PMC Wagner en Malí

INTRODUCCIÓN

En estos últimos años, estamos viendo con mayor atención el desarrollo de la situación geopolítica en el Sahel, región clave para los intereses de Europa, especialmente de los países mediterráneos.

Debido a que Francia no ha logrado mantenerse como un socio de primer orden con sus antiguas colonias, Rusia está ocupando ese espacio que ha ido dejando París. Así es en el caso de Malí, donde todavía permanecen por ejemplo efectivos de las Fuerzas Armadas españolas, mientras que los contratistas/mercenarios del Grupo Wagner están logrando un mayor apoyo de las autoridades de Bamako.

Desde que comenzó la actividad del Grupo Wagner, se sabe que ha participado prestando sus servicios en numerosos países como Ucrania, Bielorrusia, Siria, Libia, República Centroafricana, Venezuela, Mozambique o Malí.

El caso de Malí debe de ser analizado profunda y detalladamente desde la Unión Europa y especialmente desde España. En un contexto en el que la UE ha impuesto numerosas sanciones, está entrenando soldados ucranianos y enviando armamento para su lucha contra Rusia, esta trata de expandir sus intereses y ambiciones a la "frontera sur de Europa".

ANTECEDENTES

Para ponernos en contexto, Malí solicitó en 2012 a la ONU, que una fuerza militar internacional ayudara a su ejército a frenar el avance de los grupos yihadistas. Así, el 11 de enero de 2013, comenzó la intervención francesa en el país con la "Operación Serval" que fue considerada como exitosa desde el gobierno francés, seguida de la "Operación Barkhane" el 1 de agosto de 2014 con la colaboración del G5 del Sahel.

Con la finalización de la Operación Barkhane en noviembre de 2022, Macron dijo que no se daban las condiciones para continuar la operación antiterrorista, puesto que el gobierno militar de Malí, según Macron, se alió con "mercenarios privados", que dejaba de ser claro en su lucha contra el terrorismo y que decidió dejar de colaborar con Francia.

Esta operación sufrió varios reveses, véase en 2015 cuando París esperaba hacer un tratado de paz entre el Estado Central de Malí y grupos tuaregs del norte del país con la intención de dificultar las acciones y la organización de los grupos terroristas.

Esta acción fue criticada desde Bamako por realizar "una partición de facto de Malí".

En 2016 podemos destacar que por falta de capacidad el ejército francés no pudo desplegarse en el centro del país, que unido a la falta de control de Bamako en todo ese sector, ocasionó que los grupos terroristas se organizaran mejor y ganaran terreno.

En 2020, luego de un golpe de Estado, el gobierno de transición de Malí y Francia comenzaron a tener más desacuerdos que en años anteriores, situación que empeoró con el nuevo golpe de Estado en el país africano en mayo de 2021. Ese mismo año se reporta oficialmente la llegada de contratistas del Grupo Wagner que acaba por romper la poca confianza que había entre Bamako y París.

Desde la intervención de Francia, pese a detener a los insurgentes y yihadistas cerca de Bamako, y tras ello eliminar a numerosos líderes de los grupos yihadistas con ataques selectivos, ha quedado demostrado que no es la manera de erradicar o al menos de disminuir de manera importante la expansión de estos grupos.

Todo lo mencionado anteriormente, son solo algunos ejemplos de cómo Francia no logró que el Estado de Malí lograra imponer su control y su presencia a lo largo de sus fronteras, especialmente en las regiones del centro y del norte. La presencia francesa en su antigua colonia durante varios años, con una misión con unos objetivos no del todo claros y concretos, unido a la continua fijación por parte del país galo del conteo de terroristas muertos y olvidando el diálogo político con Malí, llegando incluso a buscar aliados separatistas de Kidal para enfrentarse al terrorismo islamista, ocasionó que comenzara una dinámica anticolonialista y anti francesa en el país africano. 

COMIENZO DEL DESPLIEGUE DE LOS CONTRATISTAS RUSOS

Teniendo en cuenta que Malí continúa enfrentando desafíos graves desde el lanzamiento de la Operación Serval, como es la cuestión de la soberanía y que en los últimos 15 años las muertes ocasionadas por el terrorismo han aumentado de manera muy importante, la población de Malí y su propio ejército ha visto la "ineficacia" de los países europeos de solucionar estos problemas que sufren y por lo tanto ha favorecido el acercamiento de Rusia al país.

Ya en 2019, Bamako y Moscú firmaron un acuerdo de cooperación militar y el entonces presidente maliense, solicitó a Putin en Sochi que Rusia les ayudara en la lucha contra el terrorismo.

Ante la previsible llegada de las tropas de Wagner a Malí, Francia amenazó a Bamako en 2021 con la permanencia de sus tropas por la noticia de que la Junta Militar había estaba ultimando un trato con PMC Wagner, siendo a finales de ese año cuando centenares de contratistas rusos se desplegaron en el país africano para adiestrar a las fuerzas malienses, apoyarlas en la lucha contra las organizaciones terroristas e insurgentes y prestar otros servicios relacionados con la protección de personas e instalaciones.

Ese mismo año, Francia ya anunció la reducción del número de tropas desplegadas allí.

Ya en diciembre de 2021, los combatientes de Wagner llegaron en aviones de la Fuerza Aérea Rusa.  

En diciembre de 2021, los contratistas rusos, presuntamente comenzaron a construir un campamento en las afueras del perímetro del Aeropuerto Internacional Modibo Keïta de Bamako, el cuál posiblemente ha sido utilizado para facilitar el despliegue de los mercenarios rusos en este país.

En esas fechas se observó como un avión Tupolev Tu-154 ruso aterrizó en Bamako tras pasar por Siria y Libia. Este avión que tenía el número de registro RA-85042 es parte del Destacamento de Vuelo 223 del Ministerio de Defensa de Rusia, que ha sido contratado previamente a empresas vinculadas a Wagner para transportar personal de PMC a países como Sudán o Libia, afirman desde el CSIS.

Antes de que las fuerzas de Wagner se desplegaran en otras bases, en la ya citada, aparecieron imágenes de decenas de camiones y blindados.

En la siguiente imagen vemos una comparación de la citada base entre septiembre de 2021 y diciembre de 2021.

En la imagen de diciembre se puede ver nuevas zonas amuralladas, barracones, tiendas de campaña y múltiples vehículos de transporte.

Es en esta misma base pero en 2022, a través de las imágenes satelitales se pudo observar un pico de actividad, es decir, aparecían nuevas tiendas de campaña, infraestructuras proyectos de construcción y puestos de seguridad.

A PARTIR DEL DESPLIEGUE DE WAGNER

Como justificación a la contratación de los combatientes rusos, las autoridades malienses explicaban en 2021 que se sentían "abandonados" por Francia y que "para llenar el vacío" de las tropas francesas se apoyaron en nuevos socios para "garantizar su seguridad". 

Tras la confirmación de que Wagner se encontraría en el país africano, en 2022 las relaciones comenzaron a deteriorarse de manera más clara con Occidente, véase con la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO), la UE y EE.UU, que impusieron nuevas sanciones a Malí y esta tomó represalias negando a las fuerzas internacionales el acceso a su espacio aéreo, expulsando a las tropas danesas y al embajador de Francia en Malí.

En febrero de 2022, países implicados en la Operación Barkhane anunciaron que retirarían sus tropas, aunque no abandonarían la región del Sahel.

Algunos informes de ese año afirmaban que habían desplegado cerca de 1.000 contratistas rusos en el país.

Pese a que desde Bamako explicaban que los contratistas de Wagner solo participaban en tareas de adiestramiento, informes occidentales revelaban que se habían realizado patrullas conjuntas con las Fuerzas Armadas malienses a lo largo de las fronteras con Mauritania, Níger y Burkina Faso y en ciudades del norte como Tombuctú.

De hecho, al mismo tiempo que Bamako se alejaba de sus socios occidentales tradicionales, las operaciones militares contra grupos terroristas aumentaron, lo que ha conllevado un aumento de muertes también en los civiles. Tal es así que, las primeras bajas de los mercenarios rusos se dieron el 5 de enero de 2022, cuando una patrulla mixta de las tropas de Wagner y Malí activaron un IED entre Bandiagara y Bankass, en la región central de Mopti.

Debido a que el ejército maliense comenzó a extender su rango de actuación hacia el norte, el jefe del Gobierno de Transición maliense dijo en 2023 que los militares malienses "están totalmente satisfechos" con los equipos que reciben en el marco de la cooperación militar de Rusia, aunque también habría que destacar el apoyo logístico que harían los mismos contratistas rusos.

Después de la rebelión del Grupo Wagner, el ministro de Asuntos Exteriores ruso comentó que las actividades de esta PMC en Malí y la República Centroafricana continuarán, aunque no podemos descartar algunos cambios tras la rebelión y la muerte de Prigozhin.

Por otro lado, la Misión de las Naciones Unidas en Malí (MINUSMA) finaliza este año por petición de las autoridades de Bamako. El 29 de abril de este año, se dieron manifestaciones en la capital del país, donde se acusaba al personal de la misión de la ONU de no garantizar la seguridad de la población civil. Durante el transcurso de esa manifestación se pudo observar a personas portando banderas de la Federación Rusa. Y es que Moscú ha sabido canalizar los sentimientos de abandono de Francia y como su misión no ha logrado estabilizar la situación en el país, para que la población vea en los contratistas rusos una nueva esperanza para tener una mayor seguridad en el país. Pese a esto, se están reportando enfrentamientos entre las tropas malienses y Wagner contra la Coordinación de los Movimientos de Azawad (CMA) en zonas del norte del país, poniendo en grave peligro el Acuerdo de Paz de 2015, ya que la CMA habría declarado la guerra, y es que la salida de la misión de Naciones Unidas parece ser que está facilitando que la violencia escale en toda la región. Todo ello hay que unirlo al aumento de los ataques perpetrados por grupos yihadistas como el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM) y el Estado Islámico en el Gran Sáhara (EIGS). De hecho, el EIGS prácticamente ha duplicado su territorio en Malí, especialmente en la región de Ménaka.

Por otro lado, mencionar que una de las características de las operaciones de la UE en el Sahel es la de fortalecer los elementos estructurales de la seguridad de los estados sin tomar parte activa en las operaciones contrainsurgencia desde 2013 en Malí. Estas misiones se han desarrollado en lugares lejanos de donde existen los problemas del yihadismo, como en el caso de Malí, la zona de adiestramiento se encontraba en Koulikoro, cerca de Bamako y por lo tanto con poco contacto con la realidad del terreno del centro y norte del país. Como muestra del deterioro de las relaciones entre la UE y Malí, en 2023, la EUTM Mali (Misión de Entrenamiento de la Unión Europea en Malí), ha abandonado su centro de formación en la Escuela Militar de Armas Combinadas de Koulikoro a petición de Bamako, donde habían tropas españolas desplegadas. Esta base sirvió para el entrenamiento de más de 5.000 soldados malienses desde 2013, aunque desde 2022 se congeló la labor de las tropas europeas en esa base. Además de este inconveniente, debemos sumar que desde Occidente no ha habido entrega de armamento a Malí ni de financiación a las tropas que se han estado adiestrando. Además, los ejércitos occidentales no tienen informes sobre el desempeño de estos soldados malienses en la zona de operaciones, ni de su comportamiento frente a los civiles. Por último, la elevada rotación del personal europeo genera que algunos efectivos desplegados no lleguen a conocer del todo la realidad de ese país.

Volviendo a las acciones de Wagner y Rusia, podemos destacar a los envíos de armamento de este país a Malí no son desconocidos. Véase por ejemplo la infografía elaborada en febrero de 2023 por el medio ruso Rybar acerca de estos envíos a la Fuerza Aérea de Malí.

Este último envío de aeronaves rusas fue calificado por el comandante de la Fuerza Aérea como "una modernización sin precedentes de las fuerzas malienses".

Si consideramos los reportes occidentales en este caso podemos ver que la estrategia de Wagner se divide en tres niveles:

En primer lugar, se llevarían a cabo estrategias de desinformación contra las antiguas potencias coloniales y extender informaciones progubernamentales. Y es que, el Grupo Wagner también ha estado realizando continuamente campañas de desprestigio hacia Francia, con numerosos vídeos e imágenes que acusan a las fuerzas galas de asesinar a la población maliense y de esquilmar sus recursos.

En segundo lugar, la empresa militar rusa obtendría beneficios a través de las concesiones de las empresas extractivas, especialmente de las de minerales como el oro. La empresa rusa puede tener una serie de acuerdos con el movimiento de coordinación de Azawad y otros grupos tuareg, que son algunos de los que controlan las minas del norte del país, y podría funcionar como financiación.

Por último, Wagner aportaría al Estado una formación de asesoramiento en materia de seguridad y operaciones contra insurgencia, intentando mostrar o vender a la opinión pública la "mayor eficacia" que la de sus antiguos socios europeos. En este sentido, Rusia está capitalizando el sentimiento anti-francés de la región, como vemos ahora con el golpe de Estado de Níger, y emplearía a sus PMC para tener influencia en esta región con una inversión limitada y sin necesidad de tener apoyo de la sociedad para desplegar a sus soldados a que estos arriesguen sus vidas a otro continente, técnica muy conocida también por Occidente, especialmente por parte de Estados Unidos.

Cabe destacar que desde la Unión Europea se dijo que el futuro de la EUTM Mali, pasaría por trasladarse a los países vecinos, debido a la presencia de Wagner. Y es que desde la UE, se ve inaceptable seguir adiestrando tropas malienses que después se puedan encontrar subordinadas a las órdenes de Wagner o que participen con estas en "matanzas contra la población civil", que conllevaría la pérdida de credibilidad de la misión de la UE. Aunque la situación en el Sahel no está facilitando las misiones de la UE en la región, como hemos visto con los golpes de Estado que han ido desarrollándose en varios países estos años, el último caso, en uno de los últimos países que eran aliados de Francia en la zona, como era Níger, con una clara narrativa anti francesa, que sin lugar a duda, es potencialmente aprovechable para Rusia a través de la empresa Wagner.

Sin lugar a duda, la presencia de Wagner en el Sahel es un motivo de preocupación para la UE, que puede ver como una mayor inestabilidad en esa región se convierta en una mayor presión migratoria y un auge de los grupos yihadistas, que en primer lugar afectarían a los "estados tapón" como Marruecos, Argelia, Túnez o Libia y finalmente afecte de lleno a los países miembros de la UE.

La situación en Malí podría volverse más inestable con la presencia de los mercenarios rusos, aunque todavía no sabemos al cien por cien la eficacia que estos tendrán en la lucha contra los grupos terroristas, los últimos reportes no apuntan hacia una buena dirección, especialmente en referencia a la violencia contra la población civil, que si continua aumentando será más sencillo para estos grupos captar nuevos miembros que ven como las autoridades de Bamako no les apoyan en el desarrollo de su región y los mercenarios extranjeros cometen ataques contra algunas poblaciones, al igual que ha sucedido con la presencia de mercenarios o contratistas de otros países, aunque evidentemente desde Occidente se mostrarán estos informes de manera distinta a Rusia, desde donde se ha acusado a las tropas francesas de cometer crímenes y de expoliar los recursos de estos países africanos.

De hecho, desde Occidente se reporta de manera frecuente los abusos de derechos humanos contra población civil realizados por estos operativos rusos, como vimos en un artículo anterior publicado en la web o la explotación de recursos minerales en los países que se encuentran desplegados. Así pues, en enero de 2023, el Departamento del Tesoro de EE.UU, designó al Grupo Wagner como TCO (Organización Criminal Trasnacional ) bajo la Orden Ejecutiva 13863, citando, en parte, "actividad delictiva grave" (incluida la de abusos de derechos) en República Centroafricana y Malí. 

En definitiva, los últimos golpes de Estado que se han producido en la región del Sahel estos años, están siendo utilizados por Rusia para aumentar su influencia allí y defender sus intereses, aunque tras la muerte de Prigozhin y algunos reportes no confirmados de la retirada de parte de los mercenarios rusos de Malí, nos encontramos ante una situación muy compleja y con muchos interrogantes acerca de como se desarrollará la actividad de PMC Wagner en este país.

Carlos Martínez

EQUIPO ENTRE GUERRAS

ANEXO

1. Figura 1: Combatientes de PMC Wagner
   
2. Figura 2: Tropas francesas ondeando su bandera en Malí
3. Figura 3: Imagen satelital del Aeropuerto Internacional Modibo Keïta (diciembre 2021)
4. Figura 4: Imagen satelital en el área del aeropuerto (septiembre 2021)
5. Figura 5:  Imagen satelital en el área del aeropuerto (diciembre 2021)
6. Figura 6: Imagen satelital detallada en el área del aeropuerto (diciembre 2021)
7. Figura 7: Pico de actividad en el área del aeropuerto de Bamako (2022)
8. Figura 8: Combatientes de Wagner en Malí
9. Figura 9: Combatientes de Wagner junto con Cascos Azules en la RCA
10. Figura 10: Asistencia militar de Rusia a Malí según Rybar
11. Figura 11: Manifestantes en Malí a favor de la cooperación con Rusia
    
12. Figura 12: Presencia confirmada de PMC Wagner en la primera mitad de 2023
13. Figura 13: Actos violentos contra población civil