Relaciones entre España y Marruecos

21.12.2022
Figura 1.
Figura 1.

INTRODUCCIÓN

¿Han sido las relaciones con nuestro vecino africano positivas o negativas? ¿Cómo han sido desde el punto de vista histórico? Y, ¿Cuáles son las perspectivas de estas así como los obstáculos a los que se enfrentan ambos países?

Si hay algo que de forma habitual copa los titulares de prensa de ambos países en relación a la cuestión de la soberanía nacional, es el caso de Ceuta y Melilla. Por ello, a continuación abordaremos estas cuestiones, así como los antecedentes, en qué momento estamos y el posible devenir de ambas ciudades. 

BASES DE LA RELACIÓN ACTUAL

En primer lugar, debemos de tener en cuenta que Marruecos ha considerado a España prácticamente desde su independencia como un actor privilegiado por su posición geográfica tan cercana, que ha permitido que Rabat se apoye en Madrid en muchas ocasiones para mejorar las relaciones con la UE.

España por su parte, siempre ha tratado de implantar un tipo de "esquema de actuación" en la región para una mayor estabilidad en el territorio y por consiguiente, asegurar los intereses nacionales. También ha actuado como interlocutor entre la UE y Marruecos defendiendo incluso los intereses de Rabat por encima de la antigua colonia española del Sáhara Occidental.

Figura 2
Figura 2

Cabe recordar lo que el Estrecho de Gibraltar ha significado para Marruecos y España desde la creación de estos países. La geografía quizás sea una de las disciplinas científicas más olvidadas, pero que más trascienden en las relaciones de los estados. Tal como sabemos, la geografía caprichosa ha hecho que Marruecos y África por un lado y España y Europa por otro, estén separadas por tan solo 14 km en su parte más angosta.

Algunos estudiosos de la política y la historia de los dos estados, afirman que habría que  considerar el Estrecho más como una especie de unión entre dos continentes que una separación, porque esta escasa distancia ha permitido que dos culturas, dos civilizaciones que han sido generalmente tan diferentes hayan convivido durante muchos siglos de forma "pacífica", aunque evidentemente no debemos olvidar que han habido también períodos en los que la convivencia ha brillado por su ausencia.

Centrándonos en la época más reciente de nuestra historia, podemos afirmar que una vez pasado el franquismo que basó su política exterior en la "amistad" con el mundo árabe, se llevó a cabo una reformulación de su estrategia.

Así, desde los primeros gobiernos constitucionales, tendían a buscar una política de equilibrio e incluso de alineación con Rabat.

Una vez España se integró en la Comunidad Europea, la política exterior del país se alineó con la política mediterránea de la organización, que se ha basado teóricamente en buscar una "mayor cohesión" entre el continente europeo y el Magreb, así como una gran cooperación para que la zona mediterránea sea lo más estable posible y reducir las desigualdades existentes entre la orilla norte del Mediterráneo y la sur.

Por este motivo, la UE ha tratado de ayudar financieramente a Marruecos con grandes sumas de dinero, ya que un Magreb más estable puede incrementar los beneficios y reducir problemas como la inmigración ilegal, contrabando... O al menos esto es la teoría porque como veremos más adelante, pese a que España ha tratado de "satisfacer" a Marruecos en algunos aspectos, las disputas no han cesado.

Figura 3
Figura 3
Figura 4
Figura 4

Debido a las alternancias en los gobiernos de España, muchas acciones de este país traían un descontento a Marruecos o Argelia. Y así a partir de los años 70, aunque con algunas excepciones, España ha basado su política exterior en una posición poco definida respecto al Magreb para tratar de no disgustar ni a Marruecos ni a Argelia y por lo tanto ha permanecido, si lo podemos definir de alguna forma, como "rehén" de estos países.

Poe ejemplo, con Fernando Morán como Ministro de Asuntos Exteriores, España buscó una forma de colaboración con los países del Magreb sin injerencias en estos y acabar con los equilibrios alternativos, creando así el "colchón de intereses recíprocos" y evitar de esta manera enfrentamientos y tensiones tanto con Argelia como con Marruecos sobre todo por la situación del Sáhara Occidental. Pese a tratar de generar una política exterior global, es decir, seguir el mismo esquema en Argel o Rabat, no llegó a cosechar sus frutos, porque en poco tiempo España fue apoyándose cada vez más en Marruecos en detrimento de su vecino oriental. Marruecos, guste o no, ha jugado bien sus cartas desde el principio para que España tenga que ceder en diversos ámbitos, como hemos visto este año por ejemplo con el cambio de posición del gobierno español respecto al Sáhara Occidental.

Fue en 1991 cuando Madrid y Rabat firmaron el Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación. Con Argelia no se firmaría hasta 2002, el cuál quedará suspendido veinte años más tarde por la crisis diplomática entre ambos países tras las decisiones del actual gobierno.

LAS RELACIONES DE AMBOS PAÍSES EN LA ACTUALIDAD

Es destacable, como bien expone Salvador Sánchez Tapia en su artículo Presente y futuro de las relaciones España-Marruecos en el contexto del Magreb, que "España plantea sus relaciones con Marruecos sin un diseño estratégico "de estado" consensuado entre las fuerzas políticas llamadas a dirigir la nación." Y sería totalmente necesario para España este "diseño estratégico" con su vecino para tener claros cuáles son nuestros verdaderos intereses y que la sociedad pueda también conocerlos.

En relación a la población civil, es interesante observar los datos del barómetro del CIS en 2021, que mostraron como tan sólo un 1% de la población veía las relaciones entre ambos como un problema y que un 15% afirmaba que Ceuta y Melilla son ciudades marroquíes y que un 20% opinaba que a medio plazo (20-30 años) ambas ciudades estarán bajo soberanía marroquí.

Otra cuestión que puede llamar la atención, es que pese a la mejor situación económica y militar de España, esta actúa de manera reactiva a las acciones del monarca marroquí. Una de las causas posiblemente a esta actitud más pasiva en las relaciones de ambos países, es que Marruecos considera el Estrecho como una herramienta para presionar a España, mientras que este último tiene el fin de que el Estrecho sea un lugar seguro para su seguridad nacional. Así en innumerables ocasiones hemos visto a Marruecos instrumentalizar a los inmigrantes para ejercer presión y conseguir sus objetivos estratégicos, ya sea a través de las pateras que llegan habitualmente a las costas del sur peninsular y a las Islas Canarias o a través de las ciudades de Ceuta y Melilla.

También hemos visto estos años como ambas ciudades autónomas están en una situación de asfixia económica por parte de Marruecos y como España no ha sabido responder a esta situación tan perjudicial para los ceutíes y melillenses.

Figura 5
Figura 5

En cuanto al uso de los inmigrantes por parte de Marruecos, pese a que desde España se vea como una herramienta de influir poco ética, es una estrategia que ha tenido éxito por parte de Rabat, ya que se ha demostrado cómo a través de estas acciones logra sus objetivos, sea el cambio de postura de España respecto al Sáhara o la creación de una opinión pública española que cada vez piensa que las ciudades de Ceuta y Melilla traerán más problemas que beneficios y por consiguiente las ideas cada vez más mayoritarias en la sociedad de que no defenderán, en un caso hipotético de conflicto, ambos enclaves españoles.

Además de lograr sus objetivos, el país magrebí logra reducir la presión demográfica del país y por lo tanto de su mercado laboral que es incapaz de absorber a tanta población.

Mientras esto sucede, Marruecos se benefició de los ingresos que los inmigrantes mandan desde España. En el caso de 2020 fueron 1.022 millones de euros.

Por otro lado, en la lucha antiterrorista ambos países mantienen una "intensa y positiva" cooperación en términos generales ya que para ambos es totalmente necesario tener este ámbito controlado para no desestabilizar ninguno de los dos países. En el caso de Marruecos es sobre todo importante por el papel que tiene Mohamed VI como "comendador de los creyentes", que se opone firmemente al islamismo radical. Esta cooperación anti terrorista ha permitido desbaratar numerosas células terroristas, la puesta a disposición judicial y la condena por delitos de terrorismo de un número relevante de individuos. Aparte de la cooperación entre el Ministerio del Interior y en el Ministerio de Justicia, español y marroquí, así como la coordinación de los los Ministerios de Asuntos Exteriores y de Cooperación de ambos países, destacamos también las acciones compartidas por parte del Centro Nacional de Inteligencia español (CNI) y la Direction Générale des Études et de la Documentation, Renseignements Extérieurs ou Contre-Espionnage (DGED). Con la situación cada vez más peligrosa en la que se está envolviendo el Sahel, donde estos años hay un mayor número de acciones perpetradas por grupos terroristas con sus distintas afiliaciones, así como la aparición de los mercenarios rusos de Wagner, suponen un nuevo frente a combatir entre ambos países, que inevitablemente necesitarán cooperar en el largo plazo.

Figura 6
Figura 6

Debido a la gran importancia que supone para España la acción de Marruecos contra estas corrientes extremistas islamistas, Madrid teme que dar pasos en dirección contraria a los intereses de Marruecos supongan una menor cooperación y efectividad de Rabat en esta lucha antiterrorista. Por ello es importante lo que se describió anteriormente, que es la definición de los objetivos e intereses de forma clara que España tiene con su vecino del sur, para no andar en ambivalencias. Como veremos después, no sólo Marruecos tiene herramientas de presión a su vecino. 

Destacable es también como Marruecos se beneficia de los intentos españoles de frenar la inmigración ilegal del Estrecho. Así, pese a la reciente crisis de Ceuta de 2021 usada como chantaje por Rabat, el Gobierno español adquirió para Marruecos embarcaciones semirrígidas, vehículos 4x4 automáticos, visores nocturnos y equipamiento de telecomunicaciones náuticas, entre otros materiales, por valor superior a 29 millones de euros. Todo esto financiado íntegramente por la Unión Europea.

Económicamente hablando, vemos una total asimetría entre ambos países. Para España, con datos del Ministerio de Industria Comercio y Turismo, durante 2021, el comercio con Marruecos es relativamente modesto, ya que España tan sólo destinó el 3% del total de sus exportaciones y un 2,1% del total de sus importaciones.

Sin embargo, en el mismo período de referencia, para Marruecos es totalmente diferente porque España es su principal proveedor y cliente, representando el 15,7% de sus importaciones y el 21,5% de sus exportaciones. Con estos datos en la mano, vemos que España tiene un gran peso en la relación entre ambos países, al menos en términos económicos, y por lo tanto una posibilidad nada despreciable de poder presionar a Marruecos si se considerara necesario para los intereses nacionales.

CEUTA Y MELILLA

No es nada nuevo que Marruecos reclame que Ceuta y Melilla deberían estar bajo su soberanía porque considera que son colonias españolas. Tal es así, que en numerosas ocasiones ha comparado la situación con Gibraltar. Sin embargo, esta última si es considerada como colonia por parte de la ONU, a diferencia de las dos ciudades que a efectos jurídicos internacionales son sin duda alguna españolas. Debido a las reclamaciones de Marruecos sería importante hacer un pequeño repaso a la historia de ambas ciudades.

Figura 7
Figura 7

EL CASO DE CEUTA

Ceuta, ciudad española situada en el norte del continente africano, debe su origen al pueblo fenicio que se instaló en la zona aproximadamente en el año 700 a.C.

Pero más allá de este dato, lo realmente importante es saber en qué momento se consolidó esta ciudad.

Para ello hemos de avanzar hasta la época romana. Es durante los siglos II a.C y IV d.C cuando se crean las primeras fortificaciones de la ciudad. En esta etapa de la historia se producirá la reforma de Diocleciano, que significará que Ceuta junto con Melilla y más zonas del norte del actual Marruecos pasarán de la Mauritania Tingitana, a la diócesis de Hispania en la denominada Hispania Transfretana (Hispania que está más allá del Estrecho) , incorporándose así a la unidad peninsular que los romanos habían creado. De hecho Ceuta será la capital de la Hispania Transfretana.

En el año 681, Ceuta estaba en manos del conde cristiano don Julián. Será este año cuando los musulmanes, tras avanzar rápidamente por el norte de África intentarán conquistar esta ciudad, aunque sin éxito.

Sin embargo, la toma de poder violenta por parte de don Rodrigo en la Península, hizo que el conde don Julián tomara venganza, ya que este tenía buenas relaciones con el anterior monarca que estaba en la Península Ibérica y por lo tanto facilitó a los musulmanes que ya habían asentados en Ceuta que cruzaran el Estrecho de Gibraltar para derrocar al actual monarca, el cual fue derrotado en la batalla de Guadalete. Este fue el comienzo de la época de ocupación musulmana de la Península Ibérica.

Más tarde, los omeyas cordobeses tomaron Ceuta en el 931 y la integraron dentro del propio Califato y manteniendo con ello una tradición de pertenencia a reinos peninsulares que se arrastra hasta el día de hoy.

Cabe destacar que en los siglos XII y XIII se sucedieron muchas rivalidades entre el reino de Fez y el de Granada generando vacíos de poder que permitieron a Ceuta ser más independiente.

En 1309 ocupó la ciudad Jaime II de Aragón, quien ayudaba al rey de Fez a arrebatar Ceuta de manos granadinas.

El 21 de agosto de 1415 ocupaba Ceuta, el rey Juan I de Portugal. Fue a partir de este año cuando Ceuta acabó con la etapa musulmana que se inició en el siglo VIII.

Tras varios enfrentamientos entre la Monarquía Hispánica y el Reino de Portugal, los ceutíes no siguieron a Portugal en su secesión. Así, en 1656, Felipe IV le concederá el título de "Fidelísima Ciudad" y de "Siempre Noble y Leal". Finalmente la españolidad de Ceuta será reconocida oficialmente en el Tratado de Lisboa de 1668.

Esta ciudad sufrió múltiples sitios por parte de Marruecos que sin embargo no lograron que la población española se rindiera.

El primero de ellos es conocido como el sitio de los 30 años, que básicamente consistió en un un bloqueo armado de fuerzas marroquíes sobre la ciudad. Se dio entre los años 1694 y 1727.

Ceuta fue sitiada también en 1732 y 1757 y en 1790-1791 sin lograr la rendición española.

Pese a las luchas por la soberanía de Ceuta, debemos destacar que Mohammed III firmó con España en 1767, el primer Tratado de Paz y Comercio entre ambos reinos además de reconocer la españolidad de Ceuta.

También se firmaron dos tratados, uno en 1799 y otro en 1845 que básicamente iban encaminados a que el sultán que ejerciera el poder en Marruecos respetase los límites territoriales del enclave español.

En 1859 se romperían estos acuerdos debido a los ataques de las tribus Anyera que devinieron en la guerra hispano-marroquí. Tras su finalización se firmó el tratado de Paz y Amistad de Wad Ras, donde se establecieron los nuevos límites de la ciudad que hasta día de hoy han permanecido prácticamente inalterados.

Este tratado volvió a dar reconocimiento a la españolidad de Ceuta y Melilla, donde el sultán tuvo que aceptar la extensión de la soberanía española más allá de las murallas de la propia ciudad ceutí.

EL CASO DE MELILLA

Para hablar de la historia de Melilla, debemos retroceder al siglo VII a.C y VI a.C, ya que la actual ciudad autónoma fue fundada por los púnicos en esa época. Al igual que Ceuta, Melilla pasó por diferentes manos como la romana, cartaginesa, los vándalos, visigodos, árabes...

El principal problema de esta ciudad ha sido desde siempre la inestabilidad que han generado las tribus rifeñas tan conflictivas de la región que han perjudicado su desarrollo y la importancia como la que sí tuvo la ciudad de Ceuta.

Como ya vimos anteriormente, Melilla y sus territorios aledaños quedarán bajo el nombre de Hispania Transfretana gracias a la división de época romana, por lo tanto también muy vinculada desde prácticamente el principio de su historia al resto de Hispania.

Pasando a la época musulmana, será en el 931 cuando Melilla quede bajo los dominios del Califato omeya de Córdoba al igual que Tánger y Ceuta.

Debido a los enfrentamientos entre los reinos musulmanes de la Península Ibérica y los musulmanes del norte de África , Melilla tendrá épocas de relativa independencia por el vacío de poder que se generaba en esos conflictos.

Tras la Guerra de Sucesión de Castilla (1475-1479) se firmó el Tratado de Alcaçovas, que derivó en el derecho de reconquista de la Hispania Transfretana al Reino de Portugal y las costas africanas que están situadas frente al archipiélago canario al Reino de Castilla.

Sin embargo tras la Reconquista de toda la Península, los Reyes Católicos designaron la ciudad de Melilla como objeto de ocupación.

Figura 9
Figura 9

Tras una serie de conflictos que se sucedieron durante varias ocasiones durante el siglo XVI, XVII y XVIII con algunas tribus rifeñas de la zona, se firmó en 1799 el Tratado de Mequinez entre Carlos IV y Muley Solimán. Este sultán marroquí reconoció el derecho de los españoles a utilizar sus cañones para defender la ciudad ante las tribus rifeñas. Así pues, fue el propio sultán quien dio soberanía española a esta ciudad.

Tras la guerra hispano-marroquí (1859-1860) las fronteras de Melilla se extendieron. Pese al Tratado de Tetuán o de Wad-Ras que establece los límites fronterizos de la ciudad de Melilla con el actual Marruecos hasta donde alcancen los disparos del cañón de «El Caminante» y ratificaba la extensión de los peñones de Vélez de la Gomera y Alhucemas, las tribus rifeñas volvieron a atacar el Campo Exterior de Melilla. Desde este momento se sucedieron varias guerras en la ciudad, hasta la última que se dio en los alrededores de esta a partir del establecimiento del Protectorado, donde Melilla fue una base de operaciones españolas para el dominio militar del Protectorado norte.

Finalmente, es digno de mencionar que durante el dominio colonial, los límites entre el actual Marruecos y Melilla quedan algo desdibujados. No obstante, en 1956 tras la independencia del Reino de Marruecos se ratificó la soberanía española sobre la ciudad.

EL FUTURO DE LAS CIUDADES AUTÓNOMAS

Uno de los aspectos que preocupan a más corto plazo es la expectativa de un declive económico de ambas ciudades. Aún así, hay personas que consideran que las ciudades españolas y Marruecos son socios naturales y que por ello, tanto Ceuta como Melilla se ven beneficiadas de los intercambios comerciales. De hecho, como menciona Beatriz Mesa García en el artículo "Ceuta y Melilla: Una visión de futuro", cuando la tasa de crecimiento de las importaciones en Melilla llega a aumentar un 1%, la tasa de crecimiento del PIB marroquí se ve incrementado un 0,20%. Por ello, cuando Melilla importa más, Marruecos se ve beneficiado tanto en el comercio formal e informal. También resulta positivo para la población marroquí, la gran cantidad de su población que día tras día cruza la frontera para trabajar en las ciudades autónomas. Aunque sí es verdad que la mayoría de los marroquíes que van a trabajar a Ceuta y Melilla son a través de empleo irregulares. Evidentemente estos datos son previos al cierre de la frontera de ambas ciudades por parte de Marruecos que ha ahondado en la asfixia económica de estas.

Pese a esto, durante los últimos años Marruecos ha ido desarrollando cada vez más las ciudades próximas a Ceuta y Melilla. Esto es considerado por España como una amenaza, porque por ejemplo se ha ido modernizando el puerto de Nador, cosa que implica para Melilla actuar en la misma dirección para que su infraestructura no se vaya quedando atrás en beneficio de la ciudad marroquí que podría atraer más contenedores procedentes del Canal de Suez y generar una plusvalía a los productos marroquíes.

Por otro lado, cabe destacar que la población musulmana en Ceuta y Melilla ha ido in crescendo por tener una tasa de natalidad bastante mayor que la del resto de la población.

Figura 10
Figura 10

Pese a esto, hay que decir que el nivel de tolerancia entre las religiones existentes en las ciudades españolas es muy alto, viéndose sin ningún problema mujeres musulmanas con el hijab y mujeres españolas sin él, sin generar ningún tipo de conflicto destacable. En esa misma línea, los musulmanes celebran perfectamente sus días festivos, otra muestra más del nivel de coexistencia entre ambas culturas.

Evidentemente también existen zonas donde existe un mayor nivel de marginalidad y de falta de integración de la población musulmana, aunque no es extrapolable a toda la ciudad.

Pese a que la población musulmana está en general bien integrada en las ciudades, ese menor sector más marginado es más vigilado. Como en todas las ciudades del globo, aquellas zonas con más marginalidad y menores oportunidades de desarrollo, son zonas donde pueden dar lugar a que surjan movimientos más radicales, en este caso islamistas. Por este motivo, las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado mantienen una mayor actividad en esas zonas del extrarradio.

En el ámbito demográfico vemos una situación muy compleja si es que España quiere seguir conservando la españolidad de las dos ciudades. Unos datos que vienen a demostrar esta afirmación son los siguientes:

En 2019, la población de Ceuta era de 84.777 habitantes, de los cuales alrededor del 43% eran musulmanes.

En el mismo año en Melilla, la población era de 86.487 habitantes, un 52% de los cuáles eran también musulmanes.

De hecho, Melilla es según datos del INE en 2021, entre las comunidades y las ciudades autónomas la que tiene mayor tasa de natalidad de España con un 11,13% y en tercer lugar Ceuta con un 8,68%. Es un síntoma claro que con una mayor población musulmana este índice es mayor, como también se observa en el estado de Israel. Si la situación sigue así, que sería lo predecible, cada vez es más probable que surjan movimientos políticos que aboguen por una marroquinidad de las ciudades. Es más, gracias a los datos recopilados por el periodista Ignacio Cembrero, sabemos que el Ministerio de Asuntos Islámicos marroquí financia 34 de las 42 mezquitas de Ceuta y las 17 de Melilla.

Así el gobierno de Marruecos paga los sueldos de 95 funcionarios religiosos en Ceuta y de otros 58 en Melilla.

El titular marroquí de Asuntos Islámicos, Ahmed Tawfiq, llegó a afirmar que su país "satisface una demanda allí donde existe" y donde existe "una comunidad de marroquíes" que la solicita.

Además, comentó que las ciudades de Ceuta y Melilla "tienen una historia propia" y que su gobierno "tiene una postura sobre ellas que usted ya conoce", y que en cualquier caso "no se trata de una cuestión política". Se puede deducir por lo tanto, que la religión es una forma más que tiene el reino marroquí, de tratar en el futuro a Ceuta y Melilla como "ciudades ocupadas".

Figura 11
Figura 11

Teniendo en cuenta las variables de población extranjera de Melilla que procede de África (su gran mayoría de Marruecos) y la población total, podemos hacer una previsión aproximada de cómo evolucionará la población extranjera africana del enclave español. Como vemos, salvo algún pequeño descenso, los extranjeros africanos cada vez residen más en Melilla, llegando actualmente a casi el 14% de la población total. La tendencia indica que seguirá aumentando hasta llegar al 19% en 2030, siempre y cuando se mantengan las condiciones actuales que han permitido esta evolución.

A destacar que estas cifras no muestran la población musulmana que vive en el enclave español y es que son dos variables distintas, porque todos los africanos residentes en Melilla no han de profesar el islam, aunque si en su gran mayoría. Si aplicamos esta misma regla con la población musulmana, podríamos imaginar cómo sería esa línea de tendencia hacia el futuro en la ciudad de Melilla.

Para finalizar el apartado de las ciudades autónomas debemos volver a recordar que Marruecos no reconoce la españolidad de Ceuta y Melilla. De hecho a principios de este año, el Director de la Seguridad Nacional marroquí, Abdellatif Hammouchi, remitió unas notas a las comisarías de policía en las puertas de ambas ciudades para que cambiase de nombre y eliminen la palabra "frontera" para omitir que están entrando en España. Así, las comisarías se denominarían "Bab Ceuta" y "Bab Melilla", es decir, puerta en árabe.

Además, las ciudades han estado cerradas no por motivos sanitarios como alegaban las autoridades marroquíes, sino por motivos políticos ya que el cruce de Guerguerat fue abierto por Rabat en plena pandemia, mientras que los cruces de Ceuta y Melilla siguieron cerrados generando una "asfixia económica".

Añadido a lo anterior, en octubre de 2022 se dio a conocer una carta enviada por Marruecos a la ONU, en la cuál afirmaban no tener "fronteras terrestres" con España y considerando a Melilla como un "presidio ocupado".

CONLFICTOS DE INTERESES

Delimitación de las aguas

Aquellos estados con costas tienen un mar territorial que no puede exceder de los 22 km y una Zona Económica Exclusiva de hasta 370 km donde tienen derechos de exploración, de gestión de los recursos e incluso pueden prohibir a terceros cualquier actividad. Sin embargo, cuando en dos o más países se solapan estas distancias, estos deben negociar un acuerdo.

Este es el caso de España y Marruecos, que tras 15 años sin que se produjeran conversaciones para avanzar en un acuerdo de mutuo beneficio, este año ambos países se sentaron a dialogar. Y es que entre el punto más oriental de Canarias y Marruecos hay alrededor de 100 kilómetros y por lo tanto no se puede tener una ZEE singular para ambos.

Hasta ahora la división de las aguas territoriales de ambos países se basaba en el principio de equidistancia, sin embargo Marruecos muestra interés en el principio de equidad, es decir, lo que pretende Rabat es usar más factores distintos a la distancia, como es la longitud de la costa, el volumen de población o la superficie sumergida que por razones geográficas saldría con más beneficios que empleando el principio de equidistancia.

De hecho, así lo expresa el estudio denominado Canarias y la previsible ampliación de su plataforma continental de Rafael García Pérez: "Esta "desigualdad manifiesta" entre el Archipiélago y el estado marroquí resultaría en una proporción de 5,3 a 1 a favor de Marruecos" (entre los cabos Sim y Dakhla).

Figura 12
Figura 12

Como vemos en la zona del Mount Tropic, que actualmente está en aguas internacionales, solapará en el caso de que España amplíe su ZEE basándose en que una prolongación de las "abuelas de Canarias", una cadena de montes submarinos que albergarían enormes cantidades de minerales estratégicos para la fabricación de paneles solares. Por otro lado, Marruecos también aprobó en 2019 dos leyes mediante las cuales, fija sus fronteras marítimas respecto a España y Mauritania y declara jurídicamente su soberanía sobre las aguas territoriales del Sáhara Occidental. Pese a que la jurisdicción marroquí en aguas del Sáhara Occidental no son reconocidas internacionalmente, Rabat ha planteado también extender la ZEE que se adjudicó sobre aguas del Sáhara llegando por lo tanto también a la codiciada zona de Mount Tropic.

Islote Perejil 

Esta isla fue dependencia portuguesa al ocupar Ceuta en 1415, por este motivo, numerosos defensores de la soberanía española de esta isla, afirman que al haber pertenecido a Portugal y ser dependiente de Ceuta, cuando más tarde esta ciudad pasó a manos españolas, el islote también debe de pertenecer al Reino de España.

La fecha exacta en la que esta isla pasó a estar bajo soberanía española fue en 1668 a través del Tratado hispano-portugués.

No obstante hemos de mencionar que en el tratado hispano-francés de 1912 donde se limitaba el territorio del protectorado español, no se mencionó esta isla, aunque la presencia de tropas españolas estuvo presente hasta la década de 1960.

Con los acuerdos entre Hassan II y Francisco Franco, se determinó que ningún país tuviera presencia militar o civil permanente en el islote.

En julio de 2002, con la excusa de una operación contra el tráfico de drogas, Marruecos "ocupó" con soldados el islote. España reaccionó lanzando la «Operación Romeo-Sierra» para apresar a las fuerzas marroquíes y asegurar la soberanía española de la isla. Con la ayuda estadounidense , Marruecos y España establecieron negociaciones y las tropas españolas abandonaron finalmente el islote. Pese a que ningún país ha abandonado su pretensión de ejercer la soberanía en esta isla, tras las negociaciones de 2002 se llegó al acuerdo de restablecimiento del status quo anterior a estos acontecimientos.

Figura 13
Figura 13

En la actualidad la isla está deshabitada y sin símbolos de soberanía de ninguno de los dos países que reclaman su territorio, ya que el Estatuto de Ceuta de 1995 que incluía este islote como territorio perteneciente a la ciudad quedó invalidado por las protestas de Marruecos.

Pese a que este breve conflicto entre ambos países fue zanjado con firme decisión por parte de España para proteger sus intereses nacionales, no ha sido la norma general en muchas de las crisis que nos han afectado.

Así por ejemplo, son muchas las ocasiones en que España ha cedido a los intereses marroquíes desde acontecimientos tan lejanos como la Marcha Verde hasta aceptar el Plan de Autonomía marroquí para tratar de no contrariar a su vecino del sur.

Otro apunte que conocemos es que España, junto con Francia, han ayudado a Marruecos para que las aguas del Sáhara Occidental entren en los acuerdos pesqueros del país magrebí con la Unión Europea. Pese a la anulación de este acuerdo por parte del Tribunal General de la Unión Europea en 2021, España quiso recurrir la sentencia de la UE para que el Tribunal de Justicia suspenda cautelarmente las sentencias hasta su pronunciamiento definitivo. Así lo que trató Madrid, fue mostrar a Rabat que la decisión de no incluir las aguas del Sáhara Occidental como parte de Marruecos fue tomada por las autoridades judiciales europeas y que estos se mostraban en contra de tal decisión para no entorpecer la normalización de las relaciones diplomáticas entre ambos.

Y es que la anulación de los acuerdos entre la UE y Marruecos tiene una incidencia directa para España, que es el primer socio comercial del país vecino y cuya bandera enarbolan 91 de los 128 barcos europeos que faenan en aguas del Sáhara Occidental.



Carlos Martínez

EQUIPO ENTRE GUERRAS


BIBILIOGRAFÍA

ANEXO

  1. Figura 1: El Rey marroquí Mohammed VI con el actual presidente de España Pedro Sánchez.
  2. Figura 2: Rey español Felipe VI con su homólogo marroquí Mohammed VI.
  3. Figura 3: FeIipe González y Hassan II.
  4. Figura 4: El ex-presidente del Senado, Pío Gracía-Escudero y el ex-presidente de Argelia, Abdelaziz Bouteflika.
  5. Figura 5: España despliega el ejército en Ceuta para contrarrestar la emigración de inmigrantes.
  6. Figura 6: BCIJ, una de las unidades de seguridad de Marruecos que aborda las amenazas terroristas
  7. Figura 7: Mapa España-Marruecos.
  8. Figura 8: Mapa España-Marruecos.
  9. Figura 9: El 17 de Septiembre de 1497, una expedición al mando de D. Pedro de Estopiñán y Virués conquista Melilla para la Corona Española. Entre aquellos esforzados hombres se encontraban "40 Hombres de Mar", génesis de la Unidad más antigua de nuestro Ejército .
  10. Figura 10: Apertura de las aduanas comerciales en Ceuta y Melilla.
  11. Figura 11: Gráfica de la evolución prevista de extranjeros procedentes de África residentes en Melilla, 2001-2030, %.
  12. Figura 12: Conflicto de intereses en el Atlántico | Medio: El País, del 23 de enero. 
  13. Figura 13: Soldados españoles en el islote de Perejil tras su toma.